Está claro y claro está que sin reciclar no nos podemos quedar.
Para sobrevivir tendremos que aprender a dejar a la Tierra en paz.
¡Ay, qué Humanidad más dañina!
Y sí; estamos en esa edad en la que todo todito lo que se nos diga se va a acumular en nuestra mente cerebrita y luego nos servirá para actuar mejor y valorar.
La visita a la planta de SADECO fue harto pestosa, hedionda y puaj puaj qué asco por dios madre mía voy a vomitar hasta por la orejas...sin embargo, fue muy muy interesante porque vimos en vivo y en directo cómo se trabaja para separar la basura y comenzar así el proceso de aprovechamiento y reciclaje.
Desde aquí un aplauso para las personas que trabajan allí. Merecen varias olas y de colores.
Y al final de la peste...jajajaj...siempre llega la calma -bueno, vale, LO DUUUULCEEEEEEE- yupi, yuju qué bien que las tortas no tienen lactosa y ay ay qué rico que está el zumoooooo…
¡Y POR FIN ALGO DULCE, RICO Y CON BUEN OLOR! |
Y YA SABÉIS
¡ SIN RECICLAR NO SE PUEDE ESTAR !
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